Según informa hoy el diario 'New York Times', el objetivo de esta demanda colectiva no es conseguir indemnizaciones, sino que pedirán a la Justicia que imponga "recortes sustanciales" a las emisiones de las plantas más contaminantes del país, las que "plantean serias amenazadas a la salud, la economía y el Medio Ambiente".
El texto completo de la denuncia, que se presentará ante el Tribunal Federal del Distrito de Manhattan, no se ha dado a conocer, aunque el borrador, fechado el pasado 16 de julio, y que ha sido proporcionado al diario por un grupo cercano a las eléctricas, precisa que los demandados son American Electric Power, Cinergy, Southern Company, Tennessee Valley Authority y Xcel Energy.
En total, estas compañías operan 174 plantas de combustibles fósiles en todo el país, que, según los demandantes, emiten 646 millones de toneladas de CO2 al año, un 10 por ciento del total nacional de emisiones. "Lo que los Estados dicen es que nuestra economía, nuestra salud pública y nuestro Medio Ambiente están siendo dañados", precisó Marc Violette, portavoz del Fiscal General de Nueva York, Eliot Spitzer.
Hasta ahora, algunos de estos mismos Estados habían presentado denuncias contra plantas eléctricas ajenas a sus territorios por emisiones de nitrógeno y sulfuro, que pueden recorrer largas distancias por el aire, y también se habían producido denuncias contra la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, estatal) en relación con el control de las emisiones de CO2.
Pero esta es la primera vez que los Estados deciden lanzar acciones legales directamente contra las empresas y contra plantas situadas en otros Estados. Los demandantes se basan en la ley federal de 'daños públicos', que "establece el derecho a la acción para evitar la contaminación de aire y agua que emane de fuentes en otros Estados".
Los abogados contratados por la industria ya han advertido de que los demandantes van a tener dificultades para demostrar que el dióxido de carbono es un gas contaminante, y recuerdan también que las plantas eléctricas no son las únicas responsables dado que también las personas emiten CO2 "al respirar o al abrir una lata de cerveza".
En opinión de la portavoz de American Electric, Melissa McHenry, la denuncia ante los tribunales "no es la forma más constructiva de tratar este asunto". Su empresa, recordó, se ha comprometido a recortar sus emisiones de CO2 en un 10 por ciento para 2006 respecto a la media del periodo 1998-2000.
La ciudad de Nueva York, por su parte, tiene un punto de vista distinto, tal y como se recogía en un comunicado del Ayuntamiento dirigido por Michael Bloomberg, en el que insistía en los efectos nocivos de la contaminación 'ajena' para los habitantes de una ciudad que aspira a ser "limpia y sostenible".
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