Hagamos una abstracción e imaginemos que estamos solos en una habitación y con los brazos podemos hacer fuerza a nuestro alrededor, esto es análogo a decir que nuestros brazos son una fuente de fuerza.
Si nos estamos quietos en el centro de la habitación necesitaremos “algo” para transmitir nuestra fuerza, por ejemplo, una vara, la vara representa el campo y será quien transmita y ejerza finalmente la fuerza.
Al estar solos en la habitación aunque tenemos una “fuente” para hacer fuerza y un “campo” para transmitirla, no se genera ninguna fuerza porque no hay nadie sobre el que hacerla. Es necesario que haya más personas en la habitación y que estén al alcance de la vara, para que la vara -el campo- actúe sobre ellas haciendo fuerza.
El campo gravitatorio es el campo más común y del que a diario experimentamos su fuerza. La fuente del campo gravitatorio es la masa y ejerce una fuerza de atracción sobre otras masas, por ejemplo la fuerza de gravedad de la Tierra hace que cuando se nos escapa algo de las manos se caiga al suelo atraído por el campo gravitatorio de la Tierra. En el caso del campo eléctrico la fuente del campo son las cargas que actúan sobre otras cargas, atrayéndolas si son de distinto signo o repeliéndolas si son del mismo.
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