El científico Amaldi, vinculado a la Universidad Bicocca de Milán y a la Fundación TERA, es partidario de trasladar a la medicina todo avance físico posible, como explicó durante una entrevista a Efe, aprovechando su viaje de trabajo esta semana a España en la que entre otras actividades, pronunció una conferencia en Madrid en el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT).
Su visita a España ha coincidido por otra parte, con la inauguración en Barcelona del nuevo Laboratorio de Imagen Molecular Ciclotrón y Centro PET (tomografía por emisión de positrones) del Instituto de Alta Tecnología.
Como recordó el físico en la entrevista, un sincrotrón es un acelerador de partículas en el que éstas se desplazan en una órbita circular bajo la acción de un campo magnético creciente y registran repetidas aceleraciones mediante un campo eléctrico alternativo en sincronismo con el movimiento orbital.
Tras un repaso histórico de la "revolución" que implicó en su día el descubrimiento del escáner de rayos X o TAC (tomografía axial computerizada) o la Resonancia Magnética Nuclear, Amaldi terminó elogiando los avances más recientes que han supuesto las aplicaciones al ámbito médico del uso de la tomografía por emisión de positrones (PET) y por iones carbónicos.
La posibilidad que ofrecen estas técnicas de visualizar en tres dimensiones no sólo la estructura del cuerpo humano sino la funcionalidad de sus componentes con una resolución espacial muy alta han supuesto un "hito" en la medicina, explicó Amaldi.
Como recordó el físico italiano, se sabe que los haces de iones de carbono son los más adecuados para producir un daño irreparable al final de su recorrido mientras que causan un perjuicio reparable en su camino, lo que les hace eficaces para combatir tumores profundos en el organismo sin que los tejidos superficiales sanos se vean afectados por los efectos del tratamiento.
Amaldi destacó el éxito, en un porcentaje de alrededor del 80 por ciento, dijo, que está asegurando el uso de sincrotrones con iones de carbono entre ciertos enfermos con cáncer de pulmón resistentes a la radioterapia y que, por razones de edad o salud no pueden someterse a tratamientos quirúrgicos.
Además, el tratamiento es mucho más corto que el realizado con otras terapias ya que suele durar sólo unos nueve días, añadió el físico.
Ante la efectividad demostrada por la aplicación de estos tratamientos, Amaldi sugirió la posibilidad de instalar algún centro de terapia con iones en España, porque, dijo, podría ser una herramienta fundamental en la lucha contra el cáncer, teniendo en cuenta la densidad de población de este país.
Por otra parte, Amaldi recordó la labor del laboratorio Lawrence Bekerley, que fue el primero en trabajar con esa técnica, seguido del centro HIMAC en Japón, que sucedió al anterior en 1995 en ese tipo de aplicaciones, y un tercero en Alemania, y se refirió además a la existencia de otros en proyecto, como en Italia o en Austria.
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