Según los datos avanzados ayer en rueda de prensa por el presidente de la patronal, Iñigo de Oriol, las eléctricas invertirán 17.983 millones de euros hasta 2007 para atender el incremento de la demanda energética, proceder a la renovación del parque de generación y ampliar las redes de transporte y distribución, de acuerdo con la Planificación energética hasta 2011 y las necesidades de calidad.

En concreto, del total de las inversiones previstas para los próximos cuatro años, el 47,4 por ciento (8.528 millones de euros) irán destinados al área de generación de las energías del régimen ordinario; un 35,9 por ciento (6.471 millones) a transporte y distribución; y el 16,5 por ciento restante (2.984 millones) al área de las energías renovables.

En 2003, según figura en la memoria de Unesa, la inversión dedicada a las renovables fue el 26,5 por ciento del total, unos 1.096 millones de euros, frente a los 1.572 millones (48 por ciento) destinados a transporte y distribución, y los 1.454 millones (35,1 por ciento) invertidos en generación en régimen ordinario.

El informe destaca, por otra parte, que en 2003 la producción neta de electricidad en España creció un 7 por ciento, hasta alcanzar los 251.513 megavatios hora (MWh), de los cuales un 29 por ciento derivó del carbón, un 24 por ciento del nuclear, un 23 por ciento de las renovables y los residuos, un 16 por ciento del gas natural y un 8 por ciento de los productos petrolíferos (fuel).

Un plan eficaz

Respecto al Protocolo de Kioto contra el cambio climático y el Plan Nacional de Asignación de emisiones que debe elaborar el Gobierno, Oriol admitió las diferencias existentes entre las empresas de Unesa pero subrayó que la patronal 'sigue trabajando para presentar un plan idóneo y eficaz'.

'Desde sus legítimas diferencias, las empresas están comprometidas en alcanzar posiciones compartidas', aseguró. En su opinión, lo relevante es que todas las eléctricas comparten el objetivo final, y tienen la voluntad de cumplir las previsiones medioambientales, y de hacerlo garantizando un suministro de calidad y al menor coste tanto para ciudadanos como para empresas.

En este sentido, refiriéndose a las propuestas del Gobierno socialista de suprimir a medio plazo la energía nuclear, Iñigo de Oriol recordó que en Estados Unidos se está ampliando la vida útil de las centrales y que la energía nuclear dota de una estabilidad 'impresionante' al consumo energético.

Asimismo, abogó por un debate técnico 'profundo' sobre la seguridad de la nuclear y por una 'transparencia informativa' sobre uso hacia los ciudadanos como pasos previos a cualquier decisión política.