Los científicos que sean contratados en esta modalidad podrán participar en todos los órganos de decisión de cada uno de los institutos que componen el CSIC. "Tendrán los mismos derechos que los funcionarios en cuanto a dirección de proyectos y participación", añadió Martínez, e indicó que de esta manera será más fácil introducir mecanismos para la evaluación continua del personal investigador.
El CSIC, adscrito al Ministerio de Educación y Ciencia, agrupa a 120 centros de investigación de todo el país, con 2.500 científicos en plantilla, 3.000 en formación y otros 4.500 trabajadores en tareas auxiliares. Su presupuesto en 2003 fue de 627 millones de euros. El organismo genera el 20% de la producción científica española.
Martínez -que anunció la nueva ley en un curso de periodismo científico de la Escuela de Periodismo UAM / EL PAÍS y la Fundación BBVA- añadió que el organismo pasará a ser una agencia (o algún otro tipo de entidad de derecho público) que coordine y distribuya recursos para la investigación que se realiza en las diferentes comunidades autónomas, pero afrontará un proceso de descentralización: "Trasladaremos las responsabilidades a cada uno de los coordinadores institucionales de las comunidades autónomas donde hay institutos del CSIC".
El nuevo organismo creará y gestionará grandes infraestructuras científicas. "Va a ser un organismo sin burocratización, ni trabas administrativas", dijo. Martínez espera que la ley, actualmente en fase de redacción, sea aceptada con un amplio consenso parlamentario.
El responsable del Consejo aseguró contar con el respaldo del Ministerio de Administraciones Públicas y el de Educación y Ciencia para hacer del nuevo CSIC "un instrumento jurídico ágil, autónomo y lo más independiente posible. Son los científicos los que deben guiar la investigación, no los políticos", indicó. Martínez, que es un inmunólogo y biólogo molecular de primera línea, espera que el Gobierno cumpla su promesa electoral de duplicar el presupuesto de investigación en esta legislatura (pasaría del actual 1% del PIB al 2% en 2008) con el fin de poder incrementar el número de científicos, equiparar el salario de los investigadores del CSIC con el sueldo medio del profesorado universitario, incorporar investigadores jóvenes (la edad media de los que trabajan en el CSIC es de 55 años, y de 38 años la de los recién llegados) y mejorar la calidad de la investigación.
Todas estas medidas se enmarcan, según Martínez, en el proceso de cohesión de la ciencia europea que establece el Consejo Europeo de Investigación (ERC, en sus siglas inglesas). El objetivo es que en el próximo programa marco -el séptimo- el presupuesto de I+D de la Unión Europea pase del actual 1,8% del PIB europeo al 3% en 2010. Martínez recordó las palabras del ex presidente francés, François Mitterrand, (quien abogaba por la "construcción de la Europa de la ciencia"), para resumir el nuevo papel del CSIC como organismo promotor de ciencia básica: "Si hay que patentar algún descubrimiento o generar propiedad industrial, primero hay que obtener conocimiento", dijo.
Autor: Antonio Fraguas
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