Un análisis de los trabajos científicos más influyentes del mundo sobre un periodo de cinco años ha revelado que los investigadores españoles sólo han participado en un 2% de ellos, lo que sitúa a España en el puesto número 12 del ranking mundial de la producción científica de excelencia. Si se analiza la calidad de la ciencia de cada país según la riqueza de sus ciudadanos, España cae al puesto 17 de la clasificación, según datos que se presentan hoy en la revista Nature. El autor del informe, David King, principal asesor científico del gobierno británico, afirma que España juega “en la segunda división” del mundo de la ciencia.
“Estamos por debajo de lo que nos correspondería por la riqueza del país”, afirma el bioquímico Joan J. Guinovart, presidente de la Confederación de Sociedades Científicas de España, que representa a 25.000 investigadores. El informe de King llega una semana después de que José Luis Rodríguez Zapatero prometiera aumentar un 25% los recursos para I+D (investigación y desarrollo) en los presupuestos del 2005.
El informe, que ha analizado todos los artículos de 8.000 publicaciones científicas en 36 idiomas durante el periodo 1993-2002, aspira a orientar la política científica de Gran Bretaña, aunque también “debería tener interés para otros países”, afirma King.
En cantidad de producción científica, los centros de investigación españoles han participado en 103.454 artículos publicados en el quinquenio 1997-2001. El primer lugar de la clasificación lo ocupa Estados Unidos, con 1.265.808 artículos, cuatro veces más que el Reino Unido, que ocupa el segundo lugar. Los resultados de España reflejan un aumento de la producción científica del 30% respecto al quinquenio anterior.
Pero si se analiza la calidad de las investigaciones, España cae dos puestos en la clasificación. Para evaluar la calidad, King ha medido cuántas investigaciones en las que ha participado un país figuran entre el 1% de los trabajos más citados por otros científicos. Dado que algunas disciplinas (como la biomedicina) son más citadas que otras (como las matemáticas),
King dividió el análisis en siete áreas científicas distintas.
Una vez procesados los resultados, España ha participado en un 2,1% de las investigaciones más citadas del quinquenio 1997-2001, lo que de nuevo representa una mejora respecto al 1,35% quinquenio anterior. Este 2,1% no incluye los artículos de científicos españoles afincados en el extranjero, como el investigador del cáncer Joan Massagué, sino únicamente artículos de científicos que trabajan en España. El primer lugar de la clasificación lo ocupa, también en este caso, Estados Unidos.
“Hay una marcada disparidad entre la primera y la segunda división en el impacto científico de las naciones”, escribe King en Nature. La primera división la forman ocho naciones que producen el 84,5% de los trabajos científicos más citados. La segunda división la forman nueve países –entre ellos, España– que producen un 13% de los trabajos más citados. Los otros 176 estados del mundo se reparten las migajas restantes.
¿Podría España subir a primera? “La comunidad científica está esperanzada con la promesa del PSOE de aumentar el presupuesto de investigación un 25% anual durante los próximos cuatro años”, declaró ayer Joan J. Guinovart. Pero el aumento de fondos de investigación, “aunque es una condición necesaria, no es suficiente”, añadió. Además, “habría que cambiar la organización del sistema científico para permitir una contratación más flexible de investigadores y una gestión más ágil de los recursos”.
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