Después de que el Consejo invitara a la Comisión a entablar negociaciones formales con Israel, el pasado 16 de enero, se han sucedido los intercambios entre ambas partes. En un tiempo récord, se ha acordado y aprobado un texto, ultimado en una reunión en Tel Aviv en marzo y otra esta semana en Bruselas, donde lo han firmado definitivamente De Palacio, en representación de la Comisión Europea, el viceprimer ministro israelí Ehud Olmert, y el ministro holandés de Exteriores, Bernard Bot, en representación de la Presidencia de la UE.
Este acuerdo prevé actividades de cooperación en materia de navegación y sincronización por satélite en un amplio abanico de sectores, especialmente la ciencia y la tecnología, la fabricación industrial, el desarrollo de servicios y de mercados, así como la normalización, la frecuencia y la homologación.
Asimismo, se invita a Israel a aportar fondos al programa mediante su participación en la empresa común Galileo, el órgano creado para gestionar el programa. Esta empresa común iniciará inmediatamente discusiones con Israel para que las actividades puedan comenzar cuanto antes.
Israel es de hecho uno de los ocho países de la comunidad espacial en el mundo con una importante experiencia tecnológica en el ámbito de los programas espaciales y que, en el plano del GNSS (Global Navigation Satellite System), han realizado importantes acciones en el ámbito de aplicaciones, equipamientos, usuarios y tecnología.
Tras la reciente firma de acuerdos similares con China y EEUU, el acuerdo con Israel supone una importante contribución al mercado GNSS, que ofrece un gran potencial: 3.000 millones de receptores e ingresos de unos 250.000 millones de euros anuales en todo el mundo de aquí a 2010, así como la creación de más de 150.000 empleos de alta cualificación solamente en Europa.
El acuerdo confirma además la ambición de la UE de fomentar la cooperación internacional a su alrededor. De aquí a finales de año, la Comisión tienen intención de firmar un acuerdo con Rusia sobre la compatibilidad entre los sistemas Galileo y el ruso Glonass, así como otros pactos con India, Ucrania, Brasil, Corea del Sur, México y Australia.
SISTEMA CIVIL
El programa europeo de radionavegación por satélite Galileo, lanzado a iniciativa de la Comisión, ha sido desarrollado conjuntamente con la Agencia Espacial Europea (AEE). Permitirá desarrollar una nueva generación de servicios universales en sectores como los transportes, las telecomunicaciones, la agricultura y la pesca, y promete ser altamente rentable.
A diferencia del sistema estadounidense GPS, Galileo estará controlado y gestionado por civiles, y ofrecerá una mayor garantía de calidad y continuidad, indispensable para cierto número de aplicaciones sensibles. Su complementariedad con los sistemas actuales incrementará la fiabilidad y disponibilidad de los servicios de navegación y posicionamiento en todo el mundo.
Sus aplicaciones en la vida diaria van desde la radionavegación en los automóviles particulares hasta la seguridad en los transportes, pasando por los efectos en diversas actividades comerciales, como el sector bancario, la geología, las obras públicas y la energía. El proyecto prevé lanzar hasta 30 satélites. La Comisión está convencida de que Galileo supondrá una revolución tecnológica similar a la producida por los teléfonos móviles.
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