En concreto, el informe, basado en los datos recogidos en el transcurso de un programa piloto de inspección de estas instalaciones, pone de relieve que estas entidades, denominadas unidades técnicas de protección radiológica (UTPR) y responsables de la revisión de los aparatos junto con los servicios de protección radiológica (SPR), "se limitan, casi de forma estricta, al control de calidad de los equipos y a la medida de niveles de radiación, no haciendo apenas nada en relación al resto de aspectos de funcionamiento de las instalaciones".
Además, el Consejo de Seguridad Nuclear concluye qntradas por los inspectores (del Consejo) han sido, en la mayoría de los casoas por las UTPR", lo que a juicio de este organismo "obliga a plantear la adecuación de medios y métodos de medida usados por las UTPR".
Asimismo, entre las "anomalías" del funcionamiento de las UTPR figuran también la "mala comunicación" con los responsables de las instalaciones, así como la falta de un seguimiento de las recomendaciones que realizan a los titulares tras el control de calidad de los aparatos. De hecho, los trabajos de las UTPR se realizan en un tiempo "reservado" sin pacientes "y, por tanto, en ausencia del médico que dirige la instalación o de personas a quienes deben asesorar".
En consecuencia, el CSN considera que, dentro de una escala que va de una valoración muy buena a una muy mala, el funcionamiento de estas aceptable o mala" excepto en Baleares, donde la calificación es "muy buena".
A modo de conclusión, el CSN estima que debe "incrementar los esfuerzos" en el control de las UTPR, haciendo "un seguimiento con el objetivo de corregir las desviaciones encontradas en los controles de calidad y en las medidas de los niveles de radiación"; emitir guías técnicas o modificar las autorizaciones de las UTPR o revisar el Real decreto sobre instalación y utilización de aparatos de rayos X, entre otras actuaciones.
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