Estas eléctricas, que comparten una posición común sobre el protocolo de Kioto, consideran que mediante dichos acuerdos se pueden alcanzar mejoras medioambientales adicionales en el ámbito de la gestión de la demanda.
En su opinión, la aplicación de la Directiva de emisiones y las medidas para cumplir Kioto deben indudablemente considerar la gestión del crecimiento futuro de la demanda eléctrica, 'haciendo partícipe al consumidor final de los esfuerzos necesarios para reducir las emisiones del país'.
Por ello, estiman que un acuerdo voluntario entre las empresas del sector eléctrico y la Administración es una 'vía necesaria' para facilitar el éxito en la implantación de medidas de ahorro y eficiencia energética y, por tanto, para el cumplimiento del objetivo español de Kioto.
Entre las medidas que se podrían impulsar en este acuerdo voluntario podrían estar el diseño de tarifas eléctricas que desincentiven los consumos abusivos o superfluos (por ejemplo, iluminación de oficinas en horarios no laborables), como ya ocurre en otros sectores; un plan 'renove' de electrodomésticos; auditorías de consumo eficiente, y una gestión eficiente de la iluminación pública.
Para estas compañías, tal y como está planteada la Directiva de comercio de emisiones, el Plan Nacional de Asignación (PNA) puede ser un instrumento que permita fomentar la mejora de emisiones en el terreno de la producción, buscando incentivar un parque productivo eficiente y competitivo con otros países a escala medioambiental.
'Sin embargo, puede ser menos eficiente a la hora de alcanzar mejoras de emisiones por el lado del control del crecimiento de la demanda', advierten. Por ello, indican que ha sido el fuerte crecimiento de la demanda eléctrica, y no una producción ineficiente desde el punto de vista medioambiental, una de las principales causas que ha provocado el incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero en España en los últimos años.
Las emisiones correspondientes al sector eléctrico son el resultado de la multiplicación de dos valores: la evolución de la demanda absoluta de energía eléctrica y la evolución de las emisiones por MWh producido.
De acuerdo con los datos facilitados por estas empresas, si se analiza la evolución que han seguido ambos parámetros desde 1990 hasta 2001, se observa que el conjunto del sector eléctrico español ha reducido sus emisiones por MWh un 14 por ciento (frente a un 5 por ciento de media en la Unión europea en el mismo periodo), al pasar de 0,43 a 0,37 t CO2/MWh producido, lo que ha supuesto que frente a un crecimiento de la demanda de electricidad del 51 por ciento en dicho periodo, las emisiones absolutas sólo creciesen un 30 por ciento.
Por ello, Endesa, Unión Fenosa, Hidrocantábrico y Viesgo proponen un plan para el cumplimiento de Kioto 'al mínimo coste' para el país, basado en un Plan de Asignación de 290 Mt CO2 para el periodo 2005-2007 al sector eléctrico, que, a su juicio, asegura 'una de las producciones eléctricas más eficientes desde el punto de vista medioambiental de la Unión Europea'.
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