Como afirmó el comisario europeo para la ampliación, Günter Verheugen, «comienza el viejo sueño de una Europa unida». Tras la caída del Muro de Berlín y de los regímenes comunistas en 1989, los dirigentes del Este fijaron como prioridad su integración en las instituciones europeas, de las que han estado excluidas durante cuatro décadas. A este objetivo obedecen los planes de reforma política y económica llevados a cabo en Polonia, Hungría, Eslovaquia, Estonia, Letonia, Lituania, Eslovenia y la República Checa para pasar de un sistema planificado a otro democrático y de economía de mercado. Malta y Chipre lo han tenido más fácil al no tener que transformar sus sistemas y presentaron sus candidaturas a la CE en 1990, mientras el resto las presentaron entre 1994 y 1996, cuando empezaban a dar fruto los duros programas de reforma.
En cuanto al desarrollo de la Ciencia y la Tecnología, los países de la Europa oriental carecen a menudo de recursos en materia de inversión y financiación. Muchos proyectos no pueden llegar a realizarse por completo y los investigadores tienden a desempeñar un trabajo más teórico. La UE dispone de varios instrumentos de apoyo a la colaboración, como los programas PHARE o TEMPUS, pero es el Programa Marco el instrumento principal para la completa integración de la investigación realizada en estos países.
Desde 1998, el Centro Común de Investigación (o JRC) de la Comisión Europea ha participado activamente prestando su apoyo al proceso de ampliación. La denominada "acción de ampliación" del JRC fue creada con el objetivo de construir redes que enlazaran a toda Europa y aumentar la participación de los europeos del Este en la investigación y el desarrollo a nivel de la UE. Con esta acción a favor de la ampliación se decidió conceder cada año financiación adicional a determinados proyectos y se acordó invitar a científicos de 12 países candidatos a unirse a los proyectos en calidad de "visitantes", "expertos nacionales en comisión de servicios" o "investigadores asociados" por un periodo breve.
Así se ha conseguido aumentar la transferencia de conocimientos entre la UE y los países candidatos y ofrecer a los científicos visitantes la oportunidad de poner en práctica la teoría aprendida en sus países de origen. Respecto al desarrollo tecnológico de los nuevos integrantes de la UE, la brecha digital tras la ampliación es más pequeña de lo esperado, según un estudio del perfil general de 10.000 empresas de todos los países europeos realizado por la organización e-Business W@tch que financia la Comisión Europea. Según los resultados de este informe, los negocios de los nuevos Estados miembros están incluyendo las nuevas tecnologías de negocio electrónico con gran rapidez, siendo Eslovenia, Estonia y la República Checa los más avanzados en este terreno. De hecho, Estonia se asemeja a Alemania, Francia y Reino Unido en cuanto a la proporción de empresas con acceso a Internet de banda ancha. A diferencia de lo que ocurre en las empresas, en las viviendas sí se ha registrado una importante brecha digital.
Según el informe eEurope+ Final Progress Report, presentado el pasado mes de febrero, en los nuevos estados miembros el 66% de los hogares no disponen de ordenador y el 81% no cuentan con acceso a Internet. A pesar de ello, el número de usuarios de Internet ha aumentado casi un 60% desde el año 2001, pasando de 8,6 usuarios por cada 100 habitantes a 13,9 mientras que en el resto de la UE el promedio de crecimiento ha sido del 29%. Chipre, República Checa, Estonia y Malta se acercan al nivel medio de usuarios de Internet en la UE.
El uso de los ordenadores en los países de la ampliación se ha incrementado notoriamente desde 2001, y algunos de ellos, como Chipre, Gaceta Nº 56, 19 /05/2004 Malta y Eslovenia, ostentan unos índices de penetración cercanos a la media del resto de la Unión Europea. Esto se ve favorecido por el coste respecto al salario mensual de los PC, que supone el 59% en Chipre, el 47% en Malta y el 86% en Eslovenia, mientras que alcanza el 366% en Lituania y el 204% en Letonia. Los datos recopilados en el eEurope+ Final Progress Report muestran que, en estos últimos años, se han producido considerables avances en muchas áreas relacionadas con la sociedad de la información. Todos los países candidatos han llevado a cabo importantes esfuerzos con vistas a la implantación de la sociedad del conocimiento.
Para reflejar la ampliación de la UE y tratar todos los aspectos relacionados con la Ciencia y la Tecnología en la nueva Europa, el servicio de Información Comunitario sobre Investigación y Desarrollo CORDIS ha reestructurado sus servicios de I+D+i nacionales, y ha hecho acopio de información sobre la investigación y la innovación procedente de los 25 Estados miembros. Cada servicio nacional proporciona información detallada sobre la participación del país en los Programas Marco y sobre los sistemas nacionales y las prioridades políticas. Asímismo, ofrece información sobre las últimas noticias, los proyectos de la UE donde participan coordinadores o socios nacionales, los resultados de proyectos y ofertas tecnológicas.
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